De cualquier rincón de la Pousada Quinta do Bucanero se puede ver la Playa do Rosa, famosa entre surfistas y windsurfistas por las aguas revueltas y aceitosas. Los menos deportistas se delician aún con las evoluciones de las ballenas Francas que, en invierno, vienen de los mares del Sur para procrear.
Cezar Pegoraro, que dejó las emociones de las pistas de carreras, divide con Jaqueline Biazus los placeres de anfitrión. Ellos crearon ambientes acogedores y relajados, aprimoraron especialidades culinarias locales y hoy se dedican integralmente a hacer con que cada visitante se sienta en su propia casa .